La cuaresma es un tiempo crucial en la vida de todo cristiano, ya que se ofrece como espacio propicio de preparación de la mente, el corazón, de todo su ser (Mt. 22, 37-39) durante cuarenta días, a la espera de la semana santa, momento culmen de la entrega de Jesús. Él, a través de su pasión, muerte y resurrección nos muestra el corazón misericordioso de Dios que no cesa de buscarnos, de esperarnos a la puerta de su casa, y que no duda en salir corriendo a recibirnos con el beso y el abrazo de un padre amoroso a nuestro regreso (Lc. 15, 22-24).
Estar preparados es la base fundamental para poder abrir el corazón y así experimentar verdaderamente la entrega generosa de Dios que quiere habitar en nuestras vidas (Ap. 4, 20). También nos dispone para comprender más plenamente el misterio que se revela en los últimos días de vida de Jesús, los signos de la última cena, de la crucifixión y de la resurrección (triduo pascual). Sólo así, como las jóvenes prudentes, podremos recibir con alegría al novio y participar gozosos de su fiesta de bodas (Mt. 25, 1-13).
Desde el Movimiento Juvenil Huellas, queremos motivar y acompañar a los Huellistas y nuestros colaboradores para que aprovechen oportunamente este tiempo de preparación por medio de la campaña “Vive la Cuaresma”. La campaña consiste en la difusión de un breve mensaje diario que nos invite a la reflexión y nos vaya preparando para la semana santa, de esta manera ponemos al servicio del mensaje de Jesús las redes sociales.
Este año la campaña hará eco del mensaje del Papa Francisco para la cuaresma 2017, complementado con las encíclicas Laudato Si y Evangelii Gaudium. El mensaje del Papa nos invita a recibir la Palabra de Dios como un don que se nos ofrece por medio de los evangelios, centrándose en la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro (Lc. 16, 19.31), pues Lázaro nos enseña que el otro es un don, que toda persona, sea nuestro vecino o un desconocido pobre y necesitado, es un don y una llamada a la conversión, a preocuparnos por nuestros hermanos.
Inspirados por este mensaje: “la Palabra es un don. El otro es un don”, también nos unimos al llamado que hace la Congregación General 36 de los Jesuitas a todos los que hacen vida de servicio desde el carisma ignaciano; estamos convocados a una misión de reconciliación: con Dios, con la humanidad y con la creación, que surge de la relación con Cristo el reconciliador y que se nos manifiesta en la cruz.
Esperamos que esta cuaresma sea aprovechada a profundidad para el encuentro con Jesús el Primer Caminante, donde se hacen evidentes nuestras limitaciones e incongruencias como personas y como sociedad, donde podemos ver la necesidad que tenemos del encuentro fraterno con los demás y de renovar nuestra amistad con Él.
Pidamos a María que nos ponga con su hijo y que nos brinde su gracia para acompañar a Jesús así en la pasión como en la gloria de la resurrección.
Movimiento Juvenil Huellas
Huellas Venezuela 