26 años siendo esperanza

¡Somos Huellas! ¡Somos líderes para la Esperanza!
¡Somos Huellas! ¡Somos líderes para la Esperanza!

“La esperanza es algo bueno… quizá sea lo mejor, y lo bueno nunca muere” Andy Dufresne – Sueños de Fuga.

Celebramos con alegría los esfuerzos de hombres y mujeres que poniendo las manos en el arado sembraron, un 9 de noviembre de 1989, la Buena Nueva de Jesús en el vientre de la fértil sociedad y especialmente la juventud venezolana, dejando que la providencia hiciera germinar la semilla a su tiempo (Mc 4, 26-29). Hoy esa semilla es un gran árbol que alberga los sueños y esperanzas de una juventud deseosa de seguir sembrando fe, justicia, solidaridad y paz en cada estado, ciudad, pueblo, barrio o sector del país.

Este 26 aniversario renueva las esperanzas de tantos y tantas que desean, como fieles obreros de la viña del Señor, seguir preparando corazones-tierras para depositar la semilla de la Buena Noticia que es Jesús, Primer Caminante. El permanente aporte de gente buena, la efusión del Espíritu de Dios y la estructura institucional de Huellas han sido claves para que sigamos propiciando espacios de vida, esperanzados en la consolidación de un mundo más humano.

Agradecemos a quienes desde distintos roles a lo largo de estos años, han contribuido con su esfuerzo y trabajo en la formación de la juventud venezolana, especialmente la de los sectores populares del país. Celebren junto a nosotros, donde quiera que estén, pues este 26 aniversario es de ustedes también.

A los trabajadores, Asesores, Acompañantes y colaboradores que hoy forman parte del Movimiento les motivamos a renovar fuerzas con este aniversario para seguir apostando por los niños, niñas, adolescentes y jóvenes desde cada uno de sus Servicios, Zonas, Programas y Áreas. Soñemos en grande como Ignacio, Francisco Javier, Fabro, Arrupe, Vélaz y otros tantos que dándolo todo quedaron con sus manos vacías y con sus corazones llenos, siendo ejemplos de liderazgo en el servicio.

Finalizamos parafraseando para los Huellistas, niños y niñas de Casa de los Muchachos, profesionales de la CLI e integrantes de CUPAH, una historia que le oímos en alguna ocasión a Pérez Esclarín:

Cuentan que Quirpa, cantante famoso de los Llanos venezolanos andaba de pueblo en pueblo con su mula y su arpa, instrumento que ejecutaba y amaba con el alma. En uno de sus recorridos fue asaltado por maleantes que le dejaron medio muerto. Unas horas después fue encontrado a la orilla del camino por unos pobladores del lugar, quienes le preguntaron qué había pasado, y Quirpa con voz adolorida pero sonriendo les dijo: me robaron la mula… me robaron el arpa… pero no me robaron la música.

Huellistas, niños, niñas, jóvenes profesionales, cupahistas que nadie les robe la esperanza, es uno de los tesoros más preciados que nos da el ser cristianos, hoy más que nunca, y renovados con este vigésimo sexto aniversario, es necesario en medio de la realidad que vive el país ser portadores incansables de esperanza, llevándola como estandarte a cada rincón de Venezuela… así como Quirpa llevaba su música.

Por la Dirección Nacional de Huellas

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